Declarar cada día,
deliberadamente:
'LA VIDA SERÁ BELLA,
PUES NO NOS DETENDREMOS'.
A pesar del comercio
de quien trafica horrores,
tú, cimienta Belleza,
para tornarte Fuerte.
No les arrendes nunca
tu huerta de Silencio:
tus compasivos surcos,
tus reservorios sacros,
tu albergue de utopías,
tu ajuar de gentilezas,
tus respetuosas aguas
de límpidos aljibes.
Que no te ensucien, no...
no dejes que te manchen:
que no te polucionen
tu Amor con baratijas.
Porque ese Monstruo oscuro
mastica la Hermosura
y escupe huesos blancos
de verdes colibríes.
Quieres irte al Origen?
Renunciar y Marcharte?
Ya sé como se siente...
pero ERES NECESARIO!
Aquí, donde el Destino
suplica que te quedes.
Aquí, donde hace falta
mano de obra sintiente.
Te requieres erguido,
inmune a la malicia,
valiente como un niño
que nada con los peces.
Te requerimos bravo,
pacífico y tremendo,
abierto a otros abiertos
que humanicen lo Humano.
Necesitamos todos
esculpir el Altruismo
con fiel cincel, tenaz,
veraz, voluntarioso.
Y el horror denunciado
tendrá juicio y castigo
hasta la última gota
de esa ciénaga impune.
Alianzas luminosas
presidirán los días,
pues toda soledad
abdicará su trono.
La sangre volverá
a correr por las venas
(nunca más por los campos,
nunca más por las calles).
No desistas, Humano:
el cielo ya amanece.
Pujemos junto al Sol,
para que, entonces, nazca.
Virginia Gawel